lunes, 25 de marzo de 2019


Solo sirve sumar (o Rafael Dudamel, ser o no ser)

He visto con sorpresa muchos comentarios en twitter, sin importar “su lado”, que les parece lo de Dudamel y la Selección algo trivial, en mi opinión no lo es, ni desde el punto de vista de interés nacional, ni desde lo netamente deportivo ni lo futbolístico.

Detallo cada uno de estos a continuación:

1. Comienzo por el más importante, ya que no a todos les interesa lo deportivo ni lo futbolístico, aunque deberían, pero no es así, lo demuestran sus comentarios.

En vista de la difícil situación politicoeconómica en la que se encuentra nuestro país, Venezuela, cualquier ejemplo de consolidación de una idea común es necesariamente bienvenido, esa zona abstracta donde todos comulguemos y a la pregunta “¿Estamos de acuerdo en esto?, podamos todos, si dudas, responder: “Sí”.

Ese es el caso del fenómeno futbolístico “Vinotinto”, que terminó de concretarse en la era de Richard Páez, luego de los aportes iniciales de muchos que buscaban consolidar un proyecto, que Venezuela estuviera al mismo nivel competitivo de nuestro continente, y por ende, del mundo.

Dado el arrastre que tiene el fútbol en el mundo, y nuestro país no es una excepción, conseguir una selección competitiva se convierte en un asunto de orgullo nacional. Eso ocurrió precisamente en un momento de nuestra historia de muy alta polarización política.

En muy pocas cosas hemos podido ponernos de acuerdo ambos sectores antagónicos de Venezuela, la Vinotinto prácticamente es una excepción, de allí su importancia.

Por eso, supongo, viene el pedido del, hasta ahora, seleccionador nacional, Rafael Dudamel, de no politizar la Vinotinto, este es el punto de encuentro común de todos los venezolanos, donde, parecería, no haber razón para no aupar hacia el mismo lado. El éxito de esta experiencia puede servir como punto de partida de muchas otras cosas positivas y comunes.

Sin ser ingenuo, es posible que eso no le guste a los que quieren ver a mi país dividido, controlado o destruido. Los hay, adentro y afuera, son fácilmente identificables, sus acciones los desnudan, antes “fantasmas” hoy se reconocen sin mayor esfuerzo. Es nuestro deber, ponerlos en cuarentena.

2. En lo deportivo, sería inaudito pensar que cualquier actividad deportiva, en especial de alto nivel, no tenga la aprobación de todos, que se intente boicotear por intereses personales o grupales;  que se intente sacar provecho de ella como catapulta partidista o corporativa es una desgracia.

Eso no requiere mayor explicación, no deben provocarse intervenciones asociadas al deporte con intereses particulares más allá de las de la lógica promoción del esfuerzo puesto en hacer factible la masificación o el crecimiento de una disciplina deportiva, pues eso la incentiva; por tanto, no parece irracional que, por ejemplo, Polar promocione su ayuda a actividades deportivas, ni que los gobiernos, nacional, estatal o local, difundan con orgullo y satisfacción los logros conseguidos bajo su política, administración y auspicio.

3. Y entrando ya de lleno en el campo futbolístico, empezaré por decir que ya nos sacamos una vez de un mundial, claro, en teoría, pues no soy experto en mundos paralelos, pero, para mí, casi era un hecho la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010; cuando Richard Páez renuncia a la selección, cansado de tanta bajeza de un sector de los aficionados y prensa, porque si en algo somos campeones los venezolanos es en hablar pendejadas, estábamos quintos y con un grupo sólido y curtido, conocedor de lo que debía hacer para conseguir la clasificación; su renuncia lo trastocó todo.

Nunca deberíamos dejar de lado el factor humano, tanto o más importante que cualquier otro factor en el devenir de nuestras acciones, cosas que parezcan tonterías pueden afectar a las personas con cargos o actividades de responsabilidad, y decisiones que puedan apreciarse desacertadas, caprichosas o irresponsables son consecuencia de ese factor ante el cúmulo de presiones que se van viviendo, más cuando ya se tienen 7 años recibiendo de lo mismo, por muy exitoso que se sea.

Tal vez, el que no conozca cómo funciona el fútbol -pero que muy bien puede aplicarse a muchas actividades de la vida, tal vez por eso el fútbol es tan popular, es la vida llevada a la cancha- pensará:

-          «¿Y cuál es el problema? eran los mismos jugadores, esa afirmación es ridícula»

El fútbol se basa en “procesos”, esos procesos se fundamentan en conceptos e ideas; los mismos requieren tiempo para asimilarlos y ponerlos en práctica, requieren exposición reiterada, planificación, orden y ejecución, todo eso requiere tiempo, en especial si esos procesos son muy diferentes al que se viene aplicando, además no se puede implementar de manera continua; las selecciones, a diferencia de los clubes, trabajan de manera discontinua y no necesariamente utilizan los mismos recursos, jugadores, ya establecidos, dependerán del nuevo proceso. Eso sin mencionar que el proceso puede que no sea el correcto, así al DT Cesar Farías, que reemplazó a Páez, le tomó buen tiempo plasmar su proceso, también positivo; por tanto, se perdió ese tren casi seguro al mundial.

Son óptimas las condiciones para clasificar al próximo mundial de la mano del DT Rafael Dudamel y el nutrido grupo de futbolistas de nuestra actualidad, tantos que no es exagerado decir que podríamos armar dos selecciones con oportunidad clasificatoria, creo que solo Brasil podría decir lo mismo -y no tiene que ver con la calidad de los jugadores, los hay, y muchos en cualquier país del subcontinente, es cuestión de grupos de calidad en proceso y su adaptación de los mismos a su selección, para ser precisos.

Son óptimas porque el Sr. Dudamel tiene ya dos ciclos con jugadores sub20, incluida participación exitosa en mundial de la categoría, parte de una eliminatoria, una exitosa Copa América; jugadores de altísima calidad y experiencia competitiva acumulada con un PROCESO YA DEFINIDO, con todo en regla para transitar tranquilamente las eliminatorias que se vienen.

Si hacemos el corte de esa gestión ¿podremos clasificar al mundial? Probablemente sí, la calidad la hay, más que suficiente, pero SERÍA UN PROCESO TOTALMENTE NUEVO. De suceder, lo más recomendable sería que se produjera ya, antes de la Copa América, sería el espacio lógico para que al menos se tenga algo de tiempo para “aplicar” un “nuevo proceso” antes de las eliminatorias.

Debería imponerse el mensaje del DT Dudamel, he leído comentarios que lo desacreditan por chavista y otros por ser opositor, la eterna habladera de paja, pero lo esencial de ese mensaje es que SOLO SE CONSIGUEN LAS COSAS POSITIVAS SUMANDO, no haciendo lo posible por restar.

25 de marzo de 2019
Flavio Granados F.
@flavioGranadosf



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