martes, 22 de enero de 2013

Paaaan con esa harina


Cuentos breves para disociados

Paaaan con esa harina

La junta en pleno esperaba el informe de H. Capriles, el gerente general de producción, por eso cuando entró todas las miradas le siguieron, hipnotizadas.

El avezado ingeniero, 30 años en la empresa, no pudo más que sorprenderse al alzar la vista y constatar la intensidad con que los diversos ojos lo convertían en foco de atención.

«¡Qué! ¿Esperaban algo diferente hoy?» ―dijo, consolador y con una mueca de semisonrisa.

«No les daré tiempo para crear falsas expectativas, nada ha cambiado, el informe de hoy es el mismo de los últimos dos meses, no tenemos maíz para la harina en ningún silo y no llegará tampoco… ―hizo la pausa necesaria para reafirmar el pronóstico― hasta más o menos el próximo mes, ¡Continuará la escasez de harina!».

Todos sin excepción bajaron la cabeza al unísono, buscaban alguna respuesta interior.

La voz del Director en Jefe, economista J. Borges, se escuchó casi sin querer preguntar: «Ahora ¿Qué vamos a hacer, Noriega?».

El aludido, R. Noriega, Gerente de Mercadeo, levantó lentamente la cabeza y dijo con firmeza: «Seguiremos la campaña publicitaria de la harina, es más, tenemos que reforzarla; aumentaremos la pauta de propagandas, hasta donde los medios de comunicación nos lo permitan, ante esta escasez tenemos que seguir respondiendo con nuestra acción altruista y comunitaria, que lo sepa el país» ―sentenció.

«Eso me parece muy bi..» comenzó a respaldar J. Borges.

Pero en ese momento aparece de la nada una viejita de unos 80 años, marcadamente mestiza, es decir una venezolana promedio, que con agilidad impresionante, casi de un salto, se sube a la mesa de reuniones, una réplica de la del Salón de los Espejos.

Todos asustados con la boca abierta y ojos desorbitados la miran con la misma atención que antes le prestaban a Capriles.

«¡Mi!» ―comenzó diciendo la viejita, acompañando el sonido con el consabido gesto asociado de dedo y ojo, y, mirando al observador, continuó― «ahora, estos nos van a hacer creer que ese bojotononón de propagandas que tienen para su harina en todos los medios de comunicación, en novelas, juegos de béisbol y fútbol, concursos, entretenimiento, etc., etc., se debe a que ¡HAY ESCASEZ Y NO TIENEN QUÉ VENDER, nos creen pendejos!»

Mientras la directiva en pleno se paraba y echaba a correr hacia la salida la viejita concretó: «¡Basta de mentir!, nunca en su vida comercial han vendido tanta harina como ahora».

Mientras se veía la puerta abierta y desolada, se volvió a escuchar el eco: «¡Basta de mentir!».

Flavio Granados F.
           
        Imágenes cotidianas de «escasez» de harina Pan en diciembre:


 ** Automercados Plaza, El Cafetal **


 ** Supermercado Bicentenario, Plaza Venezuela **

** Supermercado Central Madeirense, Plaza Las Américas **